El alminar

Tuesday, March 15, 2005

La sexta ola: La telefonía móvil como medio de comunicación.

Desde aquella "invención" que algunos calificaran de diabólica y que requiriera de índices de libros prohibidos han llovido miles de algoritmos, arrobas y versiones actualizadas "punto-com" de productos -aunque a veces la historia contemporánea tenga increíbles similitudes con otras épocas-. Pero el camino quedó abierto: de aquellas planchas de talleres medievales saldrían a la luz a velocidades insospechadas unos impresos que posibilitarían la circulación de ideas sin límites geográficos.
Siguió la radio, luego la televisión, las grabadoras de todo tipo, Internet y -desde hace poco-, los móviles. No extraña, por tanto, que diferentes estudiosos y algunos "hombres de negocios" involucrados directamente en el asunto hablen de esta sexta ola capaz de provocar toda una marejada de posibilidades.
Unos pocos años bastaron para que aquella caja mágica de palabras de precios desorbitados dejara de ser una excentricidad asequible sólo para un reducido número de personas de cierto nivel adquisitivo. Desde entonces la telefonía móvil ha evolucionado rápidamente. Aquellos ladrillos con antenas como lanzas capaces de ocupar el espacio de un zapato han visto reducido peso, tamaño y precio, a la par que se incrementaban la capacidad y posibilidades de uso. No es difícil pensar en ancianos protegidos por una respuesta casi siempre segura, citas médicas recordadas en pocas líneas, invidentes que disfrutan de un acceso relativamente fácil o, incluso, poesía para pantallas pequeñas. Todo un mundo en el bolsillo que amplía su abanico de facilidades cuando se refiere a los medios. De un vistazo el móvil puede sugerir un recorrido, informar de la programación de una cadena televisiva o radiofónica, informar de precios de entradas, o facilitar miles de sugerencias y servicios. Cuando La Vanguardia y Amena idearon el servicio "Siempre al día" no partieron de la nada, sino de toda una tendencia de mercado que decidieron aprovechar aunando en este caso información, gestión y distribución a través del móvil. El servicio ha incrementado sus perspectivas a nivel mundial. El caso de Whopla define el intento por adaptar un magazine a la estética y capacidad de los móviles.
El móvil se ha instalado en nuestras vidas y se hace imprescindible para infinidad de asuntos domésticos en todo el planeta. Sería ilógico que los medios quedaran al margen de estas posibilidades que permiten la transmisión de datos con fiabilidad para muy distintos menesteres. Facilidades que se incrementan a medida que la técnica ensancha horizontes.
Cierto es que el panorama tiene otra cara de la moneda: guerras de cifras, competencia feroz, despidos en masa, reciclajes profesionales, precios a la baja e incertidumbres tecnológicas. Es aquí donde deben situarse distintas campañas entre operadores que lanzan ofertas como el gratis entre clientes para sorpresa de algunos.
Evidentemente las características de la información a través del móvil difiere de la tradicional. Pero la historia es circular -más bien espiral- y, de hecho, ya hay formatos digitales que, curiosamente, cada vez recuerdan más a los desarrollados por la telefonía móvil.
El camino está abierto para ir en un sentido, en los dos, o en ambos. Ojo, no está libre de sospecha...

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