Periodismo participativo.
De un tiempo a esta parte se ha generalizado el uso del término periodismo participativo para sintetizar en sí mismo un concepto amplio, variado, lleno de posibilidades interpretativas -tal vez ambiguas- pero sugerente y novedoso. Se le ha llamado también periodismo comunitario, abierto, de anotación o cívico, entre otros. Si la participación implica la acción, este periodismo de fuente abierta se presenta como un generoso mundo surcado por miles de caminos por recorrer. Quizás tantos como incógnitas a resolver.
Las nuevas posibilidades técnicas y los nuevos modos de insercción de lo que se vienen llamando las audiencias implican una nueva concepción de formatos, usos, aplicaciones, procedimientos y -lo más importante- una nueva concepción receptiva y emisora, como ejemplifican los cuadernos de bitácora, weblogs o los diarios en línea. El medio y el mensaje confluyen así al servicio de una sociedad que reclama nuevas vías de participación y de unos medios que buscan nuevas respuestas ante los cambios de la sociedad contemporánea.
Pareciera que el periodismo se situara en una nueva esfera social e interpretativa, aún no clara, pero que implacablemente toma forma día a día. Un nuevo periodismo que transforma las audiencias a la par que, recíprocamente, éstas convergen hacia el desarrollo del propio periodismo. El debate está servido.
Las nuevas posibilidades técnicas y los nuevos modos de insercción de lo que se vienen llamando las audiencias implican una nueva concepción de formatos, usos, aplicaciones, procedimientos y -lo más importante- una nueva concepción receptiva y emisora, como ejemplifican los cuadernos de bitácora, weblogs o los diarios en línea. El medio y el mensaje confluyen así al servicio de una sociedad que reclama nuevas vías de participación y de unos medios que buscan nuevas respuestas ante los cambios de la sociedad contemporánea.
Pareciera que el periodismo se situara en una nueva esfera social e interpretativa, aún no clara, pero que implacablemente toma forma día a día. Un nuevo periodismo que transforma las audiencias a la par que, recíprocamente, éstas convergen hacia el desarrollo del propio periodismo. El debate está servido.
Pero la cuestión de fondo no es si el periodismo pertenece a los medios o éstos a sus audiencias. Lo importante es cuánto de positivo para ambos trae consigo esta nueva forma de participación, qué dificultades hay que resolver y qué inconvenientes salvar para que sea una herramienta eficaz de progreso colectivo.
Puede que el periodismo del futuro esté por definir o, tal vez, haya que aclarar con mayor nitidez cómo será la respuesta de los medios ante los nuevos retos. El diálogo más constructivo concluye con la relación existente, necesaria y beneficiosa entre audiencias y periodistas. De su capacidad de aunar posibilidades y caminar hacia el encuentro y la convivencia dependerá el resultado de lo que mañana será lo que hoy es periodismo.
Puede que el periodismo del futuro esté por definir o, tal vez, haya que aclarar con mayor nitidez cómo será la respuesta de los medios ante los nuevos retos. El diálogo más constructivo concluye con la relación existente, necesaria y beneficiosa entre audiencias y periodistas. De su capacidad de aunar posibilidades y caminar hacia el encuentro y la convivencia dependerá el resultado de lo que mañana será lo que hoy es periodismo.
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